El último post de este blog, fue precisamente sobre nuestra falta de memoria como sociedad. Así que comenzaré esta entrada con una pregunta:
¿Te acuerdas de la matanza de Acteal? Bueno, pues se trata de uno de los más claros ejemplos de impunidad, corrupción y salvajismo de nuestro amado México. Esta ocurrió el 22 de diciembre de 1997.
En términos simples, ocurrió así: Un grupo de paramilitares (En esta ocasión, indígenas armados), atacaron a un grupo de indígenas Tzotziles en Chiapas mientras se encontraban rindiendo culto en una Iglesia. Imagínalo. El resultado: Más de cuarenta muertos entre los que se contaban niños y mujeres embarazadas. Habían ido a buscar a Dios, y lo encontraron de la manera más inesperada.
El gobierno de la República, encabezado por el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (Último príista en Los Pinos), declaró que se trataba de un conflicto étnico, como tratando de minimizarlo. Sin embargo, diferentes actores de la escena política, lo denunciaron como una acción más para desarticular al ejército zapatista de liberación nacional (EZLN).
La PGR encarceló a unas 26 personas como responsables del atroz crimen, pero en 2009, casi todos fueron liberados porque... porque al parecer sólo eran chivos expiatorios. Otro buen ejemplo de nuestro "excelente" sistema judicial: "Son inocentes, ustedes disculpen".
En resumen, el crimen, como la inmensa mayoría de los que ocurren aquí en México, sigue impune. ¿Qué? De verdad se puede esperar otra cosa? Bueno, el caso aquí es que en Estados Unidos, existe una ley que permite enjuiciar a exfuncionarios de otros países por crímenes que cometieron en el extranjero. Como por ejemplo... haber... tomemos un nombre al azar... Un profesor de la Universidad de Yale: Ernesto Zedillo.
La demanda contra Zedillo fue presentada el viernes 16 de septiembre de 2011 en
un tribunal federal de Connecticut por una firma de abogados
estadounidenses con sede en Miami, quienes representaban a cuatro de los sobrevivientes de la matanza.
Pues Ernesto Zedillo se declara inocente de crímenes de guerra y de lesa humanidad (Como era de esperarse, claro), pero además alega descaradamente que es inmune por ser un expresidente! Además de que se trata de una venganza política sobre él que pretende empañar su límpida imagen internacional. He ahí la confianza que tiene en que no le pasará nada. Pero supongo que habrá hecho una buena alcancía mientras era presidente como para comprar muchas conciencias o magistrados.
Lo más seguro es que no va a pasar nada, aunque me gustaría con toda el alma que se hiciera justicia por una vez en la vida. Pero después de todo, esto marca un hito más en nuestra historia. El poder acusar ante una corte a un expresidente por uno solo de los crímenes que cometió, aunque esto tenga que ser un país extranjero, donde es simplemente un mortal más.
Quizá la idea de huir a Estados Unidos esté dejando de ser una buena idea...

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